Arándano previene infecciones urinarias

Los arándanos son un alimento que abunda en esta época del año, porque se utilizan para acompañar al pavo navideño, y como ingrediente principal en los panes de frutas secas. Este fruto destaca por sus propiedades nutricionales y su poder antioxidante, al combatir los radicales libres y evitar el envejecimiento prematuro. No obstante, el jugo de este fruto es muy benéfico para la salud del ser humano, al evitar que la bacteria Escherichia coli se adhiera a las células del tracto urinario. En la última reunión de la Sociedad Química Americana (ACS, por sus siglas en inglés), celebrada en Boston (Estados Unidos), un grupo de científicos presentó una investigación que revela los mecanismos por los que este alimento puede evitar las cistitis. Al parecer, la mayoría de los casos de infección urinaria se genera por Escherichia coli, una bacteria que se encuentra en los intestinos. Los especialistas señalan que la orina ayuda a eliminar las bacterias de la vejiga; sin embargo, algunas veces éstas se multiplican tan rápidamente que algunas permanecen en el órgano. La “E. coli” es capaz de adherirse al tracto urinario y formar delgadas “biocapas” que facilitan que la bacteria prospere en el organismo. El jugo de arándano, sin embargo, tiene la “virtud” de evitar que ésta se adhiera a las células del tracto urinario y “fabricar” esa especie de “biofilm”. De este modo, es más fácil que las bacterias sean expulsadas con la orina y se reduzca el riesgo de infección. De hecho, los autores del estudio comprobaron que las sustancias protectoras del jugo de arándanos eran capaces de recubrir el tracto urinario y prevenir la adhesión bacteriana sólo ocho horas después de su consumo. Esta investigación se realizó en un grupo de mujeres voluntarias con cistitis recurrente en las que se analizó la orina antes y después de la ingesta de la bebida.

Infecciones urinarias, causa frecuente de consultas

Según la Asociación Española de Urología, las "infecciones urinarias, y más concretamente de las vías bajas no complicadas (cistitis), constituyen, después de las respiratorias, el segundo grupo más importante de infecciones extra-hospitalarias y son una causa frecuente de consulta en Atención Primaria". Pese a las nuevas evidencias, la doctora Terri Anne Camesano, del Instituto Politécnico Worcerster y principal investigadora del estudio, comparte sus "reservas a que los afectados por este tipo de infecciones se “automediquen” y les invita a que consulten con el médico ante la más mínima sospecha. Las infecciones del tracto urinario pueden progresar rápidamente y, de no tratarse con antibióticos, pueden causar una enfermedad grave, especialmente en niños, personas mayores o individuos con problemas crónicos de salud". Por su parte, el doctor Javier Angulo, jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), insiste en que las "infecciones urinarias son un problema serio, pero ha sido tratado con mucho desdén. Es importante que las mujeres sepan que los tres mecanismos que actualmente han demostrado su efectividad para reducir las cistitis son favorecer el chorro urinario (con el aumento de ingesta de líquidos); mantener un PH de la orina ácido (algo que se logra con un jugo de naranja al día o el consumo de una lata de sardinas, por el conservante que lleva) y mantener el manto graso de la piel. Recuerda que en esta época del año, debido a las bajas temperaturas, es muy importante cuidar el sistema urinario.